Flourishing Story: Walking With the Best Guide

Lt. Matilde Esparza
Gilroy, CA Corps – Golden State Division

Note: This month’s story is provided in Spanish only.

Caminando con el mejor guia

¿Alguna vez ha escuchado a Dios llamándole a seguir su camino pero de lo contrario usted se desvía y se aleja?

Permítanme compartir con ustedes algo que me describe muy bien, me encanta practicar el senderismo (Hiking). Puedo pasar horas simplemente caminando y muchas veces sin saber a dónde voy. Hasta ahora, lo máximo que he caminado en un día son 10 millas, alrededor de unas 4 horas. El senderismo no solo me permite mantenerme físicamente activa, sino que también me permite tener una conexión muy cercana con Dios a través de su increíble creación. He estado en varios lugares y cada uno de ellos es maravilloso y perfecto. Cada lugar tiene detalles que los hace únicos, donde puedo ver claramente la mano de nuestro Creador. Con el tiempo he aprendido a preparar mis rutas de senderismo, siempre me aseguro de llevar lo necesario como agua, bocadillos, calzado y ropa adecuados, mi teléfono con carga suficiente, audifonos, etc. Pero he aprendido que lo más importante que devo llevar es un mapa. Y aun llevando un mapa, no puedo mentir, en ocasiones me desvío por querer tomar desviaciones. Muy seguido, encuentro que estas desviaciones son muy difíciles y hay veces que no encuentro la salida y tengo que regresar y seguir mi mapa.

Igual que en mis recorridos por los senderos, durante mi juventud me desvie del plan del Señor; la primera vez que me desvié de sus caminos fue a la edad de 16 años, cuando tuve la oportunidad de conocer al Señor por primera vez. Él me estaba llamando; me ofreció lo mejor de la vida al caminar junto a El. Pero la terquedad de mi juventud y las ganas de disfrutar la vida me hicieron alejarme y tomé la desviación más dura y dificil de la vida. Reconozco que mi vida fue muy infeliz y muy oscura porque cambié las actividades de una joven de 17 años por una vida llena de problemas emocionales. Viniendo de una familia rota, tomé mi propio camino para encontrar la felicidad y una familia amorosa y perfecta para mis hijos. Pero en lugar de eso, me encontre sin amor abusada física y emocionalmente por la persona que se suponía que me amaba.

Encontramos en la escritura, en el libro Jonás, Capítulo 1 versículo 3: “Pero Jonás huyó del Señor y se dirigió a Tarsis”. Jonás no quería obedecer a Dios; no quiso evangelizar a la ciudad de Nínive. Escapó del propósito del Señor para su vida porque no se había consagrado a Dios. El Señor le habló muchas veces, pidiéndole que evangelizara a la ciudad perdida. Pero Jonás le dijo NO a Dios. Y escapó de la presencia del Señor.

Yo me relaciono muy bien con la historia de Jonás, porque escapé de la presencia de Dios, tomando una desviación muy peligrosa y dolorosa, y aunque después de algunos años regresé, mi corazón quería ser libre, yo quería tomar mi propio camino, lejos de la presencia del Señor. Yo dije NO a Dios muchas veces y jamaz encontre la paz, el respeto, o la felicidad. Nunca encontré el AMOR de los demás para mi. Asi, como la historia de Jonás continúa en el versículo 4: “Entonces el Señor envió un gran viento en el mar, y se levantó una tormenta tan violenta que la nave amenazaba con romperse”. Dios estaba llamando a Jonás; Dios le estaba diciendo: “Vuelve a mí, haz lo que te digo, o nunca tendrás paz. Bueno, al igual que la historia de Jonás, Yo me enfrenté a una gran tormenta en mi vida. Algo que pensé que nunca me sucedería, me encontré en una situación de la que no encontraba el camino correcto, y al igual que Jonás, Dios me estaba llamando no solo a retomar su camino sino a OBEDECERLE, y aceptar su guía, ya habian pasado muchos años desde que tuve mi primer encuentro con el Señor cuando decidí aceptarlo en mi vida.

Entonces todo cambió, comencé a obedecer a Dios, comencé a usar su guianza en mi vida, comencé a usar su maravilloso mapa (su palabra). ​​Y Él comenzó a cambiar mi vida, encontré el verdadero amor en Él porque el amor de Dios es incondicional.

Desde ese día, Dios siempre proporcionó todo para poder sostener mi familia como madre soltera. Fué durante este caminar al lado del Señor cuando tambien me guió a encontrar el propósito en mi vida, durante este viaje no solo encountré su salvación, perdon, y amor pero también encontre el regalo más hermoso hace doce años, fue el llamado al Oficialato. Y aunque sé que tomé el camino más largo, entiendo que deví esperar, aprender, cambiar, y sanar mi corazón roto, y aquí estoy, siguiendo mi viaje, caminando junto al Señor día a día, como dice su palabra en Salmos 18:30-32:

El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. ¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? Es El quien me arma de valor y endereza mi camino;